miércoles, 22 de junio de 2011

ALGO PRESTADO

Aquí os presento la comedia romántica más barata, simple, empalagosa, previsible, refrita y recalentada que os podáis imaginar. Es casi como un juego. El director (Luke Greenfield) te pone a prueba diciéndote en cada fotograma: "Chaval, ¿serás capaz de decirme que es lo que va a pasar en los próximos veinte minutos sin equivocarte ni una sola vez?". Y te aseguro que no te equivocas... Es el cliché por excelencia de éste género. Una patada al bolsillo y a la originalidad.

Aviso a navegantes antes de seguir leyendo. Pienso spoilear toda la película sin dejarme ni una sola coma, así que a los y a las interesadas en verla (además de mis condolencias) os daré un consejo: no sigáis con la lectura.

Resulta que Rachel (Ginnifer Goodwin) es la mejor amiga de Darcy (Kate Hudson). Ambas viven en Nueva York (por supuesto) y son amigas inseparables desde la infancia (faltaría más). Ya sabéis, comen helado tiradas en el sofá, se llaman para contarse cosas soeces y dejan las lámparas de casa encendidas todo el día para que cuando lleguen por la noche la iluminación del hogar sea perfecta. En fin, eso último ha sido una crítica con vuelta de tuerca... discúlpenme. Total, que las dos amigas representan dos personalidades totalmente distintas. Rachel es la sensatez, la timidez, la inteligencia, la introversión y la dulzura. Darcy es la chica sexy (dejémoslo en que es Kate Hudson), alocada, fiestera y un pelín pilingui...

El día del cumpleaños de Rachel, Darcy le organiza a ésta una fiesta en la que, ¿accidentalmente?, Dex (Colin Egglesfield), el prometido de Darcy, termina liándose con Rachel, el verdadero amor de su vida al que conoció en la típica universidad pija en la que ambos estudiaron derecho. Total, que de ahí se derivan un montón de líos de faldas cutres y cursis que me empalagan solo volver a pensar. Por supuesto también hay agentes externos que siguen liando la manta. El padre de Dex es un ricachón americano que no aprueba que su hijo pueda replantearse su vida a pocos días de su boda, mientras que su madre, una trastornada que no aporta nada a la película, con una mirada, la dice a su hijo que lo más importante es que él sea feliz.

A decir verdad, la película más bien parece un anuncio de televisión en el que se publicitan cervezas Heineken, smartphones Blackberry, coches Range Rover, Tommy Hilfiger, Tous y alguna cosa más. Eso entremezclado con planos generales Nueva York con música pop (y alguna de Radiohead) llenan casi dos horas de pantalla.

No quiero volver a a hablar de clichés porque en su día ya lo hice, y yo soy el primero que odia repetirse. Pero os lo podéis imaginar, ¿verdad? paseos por Central Park, amigos (que están enamorados de la protagonista pero prefieren no decírselo para no anteponerse a la felicidad de ésta y así amargarle la existencia) que dan consejos profundos y gratuitos, casas en la playa en las que se celebran el 4 de julio, tipos idiotas que pretenden ligarse a la protagonista... Pues eso. Todo ello empaquetado en la ya clásica estructura de: 'Te quiero. Lo sé. No puede ser. También lo sé. Liémonos. Vale. Vamos a romperle el corazón a mi amiga. Dejemos de vernos. Es lo mejor. Pero te sigo queriendo. Estamos hechos el uno para el otro. Mi amiga lo sabe. Bronca que te crió. Pero al final todos felices".

El papel de Kate Hudson es lo que más me llama la atención de la película. ¿No habéis sentido alguna vez que en las películas se pensaban que el espectador era tonto y que tenían que llevar hasta el extremo algún dato para que te dieses cuenta de ello? Si bien es cierto que el registro de Kate Hudson varía menos que el de Espinete, en esta ocasión lo profundiza aún más para que nadie pierda detalle. Quieren meterte hasta el fondo que es tan superficial que a veces entran ganas de vomitar.

Yo que sé. Una más para la infinita lista de películas moñas de novias y novios que se quieren desde la infancia pero que esperan hasta el final para decírselo. Yo entiendo que la finalidad de un filme así no es hacerte pensar ni ofrecerte un punto de vista de tu vida que jamás habías descubierto, pero es que ni siquiera entretiene. Yo solo os digo que si vais a ver la película, luego no tengáis la desfachatez de decir que nadie os había avisado de que era infumable.

Xabi.

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