martes, 21 de junio de 2011

¡QUÉ DILEMA!



¡Qué dilema! Es la nueva película de Ron Howard. Un film que se encuentra más en la línea de sus últimos trabajos, esto es, ligeramente orientado hacia el género de la (no) comedia cargada de moralina pachanguera, que al de sus relevantes trabajos anteriores, tales como Una mente maravillosa o Apolo XIII (esta va por ti hermano).
Pero de dilema nada de nada, o la ves o no la ves. Si decides hacerlo, estupendo, pasarás un rato ameno. Pero ameno sin alardes, ya que tampoco existe demasiado lugar para la risa, ni siquiera la bobalicona. Y si decides no hacerlo, tampoco te perderás nada que no hayas podido ver antes.

La historia es simple. Dos amigos del alma, de unos cuarenta y pocos se encuentran en diversos puntos en sus diversas relaciones conyugales. Uno de ellos Nick (Kevin James), aparentemente felizmente casado con Geneva (Wynona Ryder), y el otro Ronny (Vince Vaughn), un vendedor de mucha labia con unos oscuros antecedentes, sentando las bases de una prometedora relación con la bellísima Beth (Jennifer Conelly). Ambas parejas son amigas entre sí, y Nick y Ronny acaban de embarcarse en un ambicioso proyecto empresarial, en cuyo éxito reside gran parte de sus opciones de futuro. Pero de pronto todo se tuerce cuando Ronny ve a Geneva liándose con un cachas interpretado por Channing Tatum (en una caracterización que descoloca bastante), es entonces cuando a Ronny le carcome la duda entre si contarle la verdad a su amigo y poner en riesgo su estabilidad emocional, y por tanto la de su proyecto empresarial, o si en cambio posicionarse en el egoísmo y callarse dejando que el tiempo pase.

El argumento parece un tanto descafeinado, pero obviamente no todo es blanco o negro, y es que en su favor cabe destacar varios aspectos:

El primero es que no estamos ante una comedia al uso. Esto hay que dejarlo claro. Es una mezcla un tanto extraña. Una especie de drama sobre el valor de la amistad, pero sin caer en tonos depresivos o melancólicos. Esto es positivo por ser un tanto “innovador”, pero quizá algo negativo en el sentido de que resulta complicado que desde la frialdad su personaje principal sea capaz de despertar empatía alguna.

El segundo es una banda sonora Indie Rock (no original) con canciones animadas y pegadizas que te harán tamborilear el pie.

El tercero, sin ser una comedia pura, contiene un par de gags cómicos bastante reseñables.

El cuarto ver sonreir a Jennifer Conelly. Bellísima en esta película. Parece que el tiempo no pase por ella.

Y el quinto, que aun pareciendo un refrito, tendrás la sensación de estar viendo algo dinámico y fresco. Si tuviese que hacer un símil con la filmografía del presente Vince Vaughn, diría que es un híbrido entre Separados y De boda en boda. En definitiva, os la recomiendo.


Arkaitz.


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