lunes, 28 de marzo de 2011

SUCKER PUNCH


Sucker Punch es el último trabajo del realizador Zack Snyder (300, Watchmen) donde la cordura, la estructura cinematográfica y el orden brillan por su ausencia.
Estamos ante toda una macedonia de pajas mentales de dimensiones considerables. Un revuelto de zombies nazis, dragones, orcos, trolls, robots del futuro, samurais gigantes, bailes eróticos, mozalbetas en cueros, katanas y más tiros que en una peli de vaqueros.
Sucker Punch no es una película, es una idea de olla a medio camino entre un shooter y un videoclip de Evanescence.

Hace ya 7 años el aceptable remake de El amanecer de los muertos, suponía el debut en la dirección de un Snyder que (según mi humilde opinión) ha ido viniendose a menos según le ha dado por aumentar la carga de florituras de estilo de cuño propio en sus peliculas. Si bien en 300, esa estética ralentizada sorprende por innovadora (aún dejando entrever algunas carencias y vicios futuros), él mismo se encarga de recoger en una densa Watchmen salvada únicamente por la implacable personalidad de Rorschach (uno de los mejores personajes de los últimos años), y por lo fetiche de ver a la rubia Malin Akerman con botas y traje de latex.
Pero con Sucker Punch, Zack se equivoca al partir de la inestable base marcada en Watchmen, calcando el inicio de esta con imágenes al ralentí, estética barroca y un acompañamiento musical que, sin querer, te avisa de donde va a mandarte con este súbito 'punch' de izquierdas en plena boca del estómago cuando todavía estás cogiendo aire.

Y es Snyder no sólo no se baja del burro de ese estilo que le hace característico, sino que además opta por apretar el culo, tirar de espuelas y cabalgar hasta la autoparodia. Acompañan en la travesía (de nuevo) mujeres despampanantes, horas de croma y sensores de movimiento corporales en un estudio de Hollywood, y bien de (rocosos) rockeros covers de algunos clásicos intocables como el White Rabit de Jefferson Airplane, Sweet Dreams (Are Made of This) de Eutythmics, Search and Destroy de Iggy Pop, I Want It All/We Will Rock You de Queen, o Where Is My Mind? de Pixies. Buen gusto musical. Todo sea dicho.
Señores, quizá me aventure en esto pero... El perfil de Snyder empieza a encajar a la perfección con el de un cuarentón consentido por la Warner, y atrapado en la mente de un adolescente pajillero adicto a los videojuegos.

La historia (tampoco es que haya mucha), narra cómo una jóven es injustamente internada por su padrastro en un manicomio para ser lobotomizada a fin de ocultar una oscura verdad.
Ya dentro de la institución mental, conocerá a sus compañeras de viaje e iniciará un plan de huida ante la inminente desgracia de su realidad. Su ayuda para el escape no será otra que una falda muy corta y una imaginación a todo tren.
Amigo, para conocer el resto, asume que acabas de tirar tu dinero por el retrete, e intenta dejarte llevar por las imágenes creadas por ordenador.

A su favor decir que, a buen seguro, este popurrí es algo que no habías visto con anterioridad.
En su contra, que puede llegar a hacerte perder la paciencia si lo que pretendes es ver una pelicula acompañado de la lógica y la razón, hasta llegar al punto de desear justo lo contrario que baby doll, una rápida lobotomía para ovidar que la has visto.


Arkaitz.

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