
La gala de los premios Goya de este año 2011 ha dado para mucho, desde el gran éxito de una película prácticamente desconocida, hasta la intervención de Jimmy Jump, pasando por un discurso inolvidable del ya ex presidente de la Academia del cine español Alex de la Iglesia. Todo fueron pequeños detalles.
La gala de los 25 años de estos premios comenzó en los exteriores del Teatro Real en Madrid. En la alfombra roja. Y sí, este año por fin ha sido roja, con más glamour que la verde de años anteriores... Pero ya se sabe, dependiendo de quién sea el que pone la pasta, así será el color de la moqueta... Pero bueno, eso es lo de menos, lo importante era que había alfombra. Y por ella desfilaron, por supuesto, todos los actores, actrices, directores y personalidades más conocidas y distinguidas del séptimo arte español y como siempre la batalla por ser la más elegante, guapa y distinguida estuvo presente. ¡Y con los chicos pasó algo muy parecido! Pero no me voy a meter donde no me llaman porque de moda sé más bien poco.

Digno de mención es también el número musical que interpretaron varios actores y actrices como Luis Tosar, Paco León, Laura Pamplona o Inma Cuesta entre otros. No cabe la menor duda de que el cine español está adquiriendo cada vez un mayor nivel de importancia y es por eso que el parecido con los Oscar resulta cada año más notable. Incluso el propio escenario era muy parecido al que tenían el año pasado en el Kodak Theater en Los Ángeles.

Por otro lado, todo el mundo estaba a la espera de qué ocurriría en el palco. La gran polémica suscitada por la Ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, que provocó la marcha del Presidente de la Academia, Alex de la Iglesia, fue el objetivo de todas las miradas. Por supuesto me estoy refiriendo a la famosa repercusión de la "Ley Sinde". Y para colmo tuvieron que estar toda la noche juntos, aguantándose mutuamente. Eran el objetivo de cada foco, de cada flash, de cada cámara y de cada plano. Es más, vimos la cara de la Sinde más veces que la de la estatuilla del propio Don Francisco. Alex sonreía de alegría. Sinde sonreía por compromiso. Sabía que era el centro de todas las bromas, y aunque Alex antes de la gala dejó bien claro que en su discurso no habría ninguna mala palabra en contra de la Ministra, la tensión podía palparse. Incluso Buenafuente se atrevió a hacer un pequeño comentario jocoso diciéndole a la Ministra: "Ministra Sinde, espero de todo corazón que la gala le-mule. ¡Digo le mole!"
Lo que no gustó en abs

Sinceramente, dudo mucho que a cualquiera de los presentes le gustase lo más mínimo ver un detalle como ese, pero seguro que al señor Pasqual Maragall (ex presidente de la Generalitat y protagonista del documental Bicicleta, Cuchara, Manzana) le hizo muchísima ilusión ver a Goya con una barretina.
Otro de los momentos más memorables fue el discurso del presidente. Alex cumplió su promesa y no citó en ningún momento su disconformidad con la Ley Sinde, ni tuvo una sola mala palabra en contra de la Ministra. Decidió despedirse de su cargo recordando lo bonito que es trabajar en el cine y dejando clara su postura en lo que se refiere a Internet. Internet no es el futuro- dijo- Internet es el presente, y una gran parte de nuestra audiencia se encuentra ahí. Por supuesto, los aplausos ensordecieron el auditorio.
Los premios importantes llegaron, y Javier Bardem no se quedó sin su estatuilla. Su papel en Biutiful (Alejandro González Iñárritu) le empujó, una vez más, a lo más alto. Por supuesto se lo dedicó a Pe y al pequeño... hijo. Nora Novas hizo lo propio en la categoría femenina por Pa Negre pasando por encima de Belén Rueda (Los Ojos de Julia), Elena Anaya (Habitación en Roma) y Emma Suárez (La Mosquitera) nada más y nada menos. Ya en categoría de mejor director, el Goya fue para Agustí Villaronga también por el largometraje catalán. Finalmente se pudo sacar la espinita que llevaba clavada. Laia Marull (Pa Negre) y Karra Elejalde (También la lluvia) se alzaron con los premios a mejores actores de reparto, y los actores revelación fueron los jóvenes Francesc Colomer y Marina Comas (ambos por Pa Negre). Es curioso, todo el mundo dice que ayer triunfó en los Goya una película totalmente desconocida e innovadora. Y yo digo: ¿innovadora? Estamos hablando de un film que habla de la guerra civil española vista desde los ojos de un niño... ¿Es broma, no? Por supuesto, huelga decir que Pa Negre también se alzó con el premio más importante, el de mejor película.
Desde mi punto de vista, y a modo de detalle destacaré dos cosas más, brevemente. Por un lado quiero hacer mención a la extraña papada que lució la Ministra de Sanidad, Leire Pajín. Algunas redes sociales ya se han cebado con ella diciendo que la película favorita de Leire era Papada Triste de Panceta. Me supongo que la buena de la Ministra se lo pensará dos veces a la hora de decidir si va o no a la siguiente entrega de premios. Y por otro lado quiero hacer un homenaje a un actor español cuya imagen ha sido dañada en los últimos años de manera gratuita. Él es Andrés Pajares... ejem... Qué miedo pasamos Belén Rueda y el resto de espectadores cuando Andrés se dirigió a ella...
En fin, concluyo este texto dándole mi más sincera enhorabuena a Pa Negre, aunque creo que mi postura a cerca de esta moda de dar todos los premios a películas desconocidas ha quedado clara. En cualquier caso, estoy seguro de que es muy merecedora de los galardones. Y enhorabuena también a TVE que ayer consiguió una muy buena audiencia con la retransmisión de la ceremonia. Nada más y nada menos que 4.340.000 personas. Todo un lujo.

Xabi.
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