
Lo cierto es que la gala entera fue bastante aburrida, pero sobre todo el inicio. No sé, estamos acostumbrados a que estos americanos nos deleiten con shows de apertura bastante grandiosos y visuales, con números de baile, monólogos graciosos y vídeos trabajados. No hay más que acordarse de los momentazos que a lo largo de tantos años nos ha regalado el maestro de maestros, Billy Crystal, que gracias a su humor tan picante y mordaz hacía temblar a todo el Kodak Theather cada vez que hablaba. ¡Hasta las estrellas más famosas rezaban para no ser el centro de sus bromas! Y qué decir de aquellos monólogos tan irónicos de John Stewart... ¡yo me reía solo mirando su cara! Incluso hace dos años, cuando Hugh Jackman fue el anfitrión, interpretó un número musical digno de ser visto en Broadway. Vaya tiempos aquellos en los que se veía el trabajo de verdaderos humoristas presentando una gala como esta... Pero lejos de todo eso, la presentación de anoche se quedó en un mísero diálogo de dos minutos que podríamos definir como "muy pobre" y aun así nos quedaríamos cortos. Ya el año pasado nos dimos cuenta de que cuando le piden a dos señores con menos gracia que Mariano Rajoy vestido de nazareno, como son Steve Martin y Alec Baldwin, que presenten una gala, es que algo, por pequeño que sea, no va bien... No sé, mas que una gala de premios, lo de ayer pareció un reparto exprés de estatuillas.
Dicho esto, quiero resaltar el magnífico trabajo de la maravillosa

Hubo pocas sorpresas en lo que a la elección de películas se refiere. "La Red Social" y "El Discurso del Rey" eran las dos candidatas con más posibilidades de ganar, y así fue. Alguien dijo ayer que en Hollywood hay productores encargados de hacer filmes para ganar premios. Películas cuya temática es la que más gusta, la de la lagrimilla, la que trata de la superación humana. Y es cierto, y si no lo creen, vuelvan a darle un repaso a todas y cada una de las películas que estaban nominadas... Ahora bien ¿ganó la mejor? Yo creo que no. Si bien es cierto que mi corazón bailaba al son del ballet de Aronofsky, mi amigo y mi cabeza me decían que debía mirar a una historia algo más actual, "La Red Social". Incluso el espabilado de Josu Eguren vaticinó, cual gurú, que era la película de la década y que sin lugar a dudas se iba a llevar el oscar de calle. ¡Zas, en toda la boca!
A mi parecer "El Discurso del Rey" es un film con unas interpretaciones extraordinarias, pero carente de emoción. Yo no le hubiera dado el galardón, pero yo no elijo, solo opino, como tantos otros. Es por eso me sorprendió tanto el premio a Hooper como mejor director, como el de mejor película. Todos, o al menos muchos, creíamos en Fincher, y otros pocos confiábamos en Aronofsky. Una pena. P

Con los que no hubo ninguna duda sobre si se lo merecían o no, fue con los cuatro premios en categoría de interpretación. No sé si es porque le pusieron la película en bandeja (ya saben, hombre con un defecto que le hace vulnerable pero adorable) o simplemente porque es un actor como la copa de un pino, pero estaba más que cantado y era obligado que el tío Oscar acabase ayer en brazos del inglés Collin Firth.
La otra baza segura era ella, Nina, el cisne blanco y el cisne negro, la perfección, la sensualidad, la pureza y la dulzura. Natalie Portman. Con una elegancia y belleza extraordinaria y con un embarazo que la hace aun más adorable, la gran actriz recogió el galardón acompañada por su marido que estuvo todo el rato a su lado para que ni a ella, ni al bebé, ni al calvo dorado les pasase nada. Gracias por tu interpretación Natalie, te lo mereces. ¡Y qué decir de los actores de reparto! ¡Bubu! Christian, ya era hora. Un fenómeno. No hay que dudar que Geoffrey Rush había hecho una excelente interpretación (como siempre) en "El Discurso del Rey", pero lo de Christian haciendo de drogadicto fue sublime. Y Melissa Leo, que recogió el galardón a mejor actriz secundaria a manos de un decrépito pero aun ligón Kirk Douglas, me sorprendió enormemente al ver el gran trabajo que han tenido que hacer en "The Fighter" para cambiar su aspecto.
Los premios técnicos, por su parte, cayeron en manos de Origen (efectos es

En definitiva, una gala más. Se repartieron los premios rapidito, para que la gente fuese desfilando y pudieran así llegar antes al Gobernors Ball. Los discursos, para variar, excesivamente largos y con el mismo interés que te puede producir el dolor de muelas de un borrico. Los montajes que hicieron sí estuvieron muy bien hechos y fueron de las cosas más interesantes que tuvo la gala. Por lo demás, nada que destacar. Por supuesto no faltaron las típicas secciones como el In Memoriam.
En definitiva y para ir acabando diré que solo espero que el año que viene las películas que estén nominadas sean, al menos, tan buenas como las de este año, sea cual sea la ganadora (porque para eso sabemos que ya no hay remedio). Un gustazo ver los Oscar en directo con mi amigo Arkaitofsky. El año que viene más y mejor, pero hasta entonces seguiremos haciendo lo que más nos gusta, ver cine.
Xabi.
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