
Y te digo que tampoco hubiese pasado nada si no la hubiesemos visto.
Personalmente soy de los que creen que aumentar de 4 o 5 nominadas a esta categoría, a 10 como en los últimos dos años, no es más que recurrir a lo que tanto gusta en Hollywood. Los fuegos de artificio.
Todos sabemos que de las 10, hay 5, 6 o incluso más películas que es netamente imposible que se lleven el tan preciado galardón. Entonces, ¿por qué lo hacen?.
En fin, una candidatura de este pelo para una película como Winter's bone ya es toda una gesta supongo.
Y lejos de desmerecer su visionado, si que es verdad que por momentos puede llegar a hacerse bastante lenta.
Es una película de silencios, soledad y crudeza al más puro estilo de los barrios pobres de Oklahoma, donde los paletos de pueblo luchan por sobrevivir en un mundo corrompido en todos sus estratos, y donde los que se encuentran abajo tienen todas las de perder.
Pero, a veces entre el fango nace una flor. En este caso la flor, o mejor dicho las flores, son figuras antropomórficas representadas de forma más que notable por la jóven Jennifer Lawrence (hay que verla en la alfombra roja, mamma!) y por John Hawkes.
Una, es la hija abandonada por su padre y con el encargo moral del cuidado de sus hermanos pequeños, y el otro es el tio de la muchacha, y hermano de padre desaoarecido.
Ambos, desconocidos para mi, son el sustento fundamental de esta película. Aportan la poca intriga de la verdad en su incesante lucha por conocer la verdad, así como el carácter y los valores sociales perdidos en una realidad retratada con crudeza y sin piedad por su directora Debra Granik.
En resumidas cuentas, una película para ver sin prisas y predispuesto a ello. Si no puedes acudir al cine, tranquilo que no tardarán mucho en darla por la primera.
Arkaitz.
P.D: Qué poco me apetecía escribir hoy.
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