miércoles, 15 de junio de 2011

INSIDIOUS


Otra de casas encantadas dirán ustedes. Pues sí y no, y me explico. Insidious es el nuevo proyecto bajo la producción de los responsables de Paranormal Activity, y a cargo de James Wan (director y guionista de Saw) que pese a sus antecedentes predispuestos al género de “hacer morcillas” demuestra que también es capaz de asustar sin tener que recurrir a la casquería.

Y es que Insidious cuenta la historia de cómo Josh (Patrick Wilson), su esposa Renai (Rose Byrne) y sus tres hijos deciden mudarse a una vieja casa, donde un inesperado accidente provocará que uno de los niños entre en coma, y donde pronto comenzarán a darse una serie de extraños fenómenos que provocarán el pánico y la confusión de toda la familia.

Partiendo de la premisa de que el planteamiento de la película en sí, aparte de recurrente, es una rotunda absurdez de principio a fin, con un malo malísimo que no solo está poco exprimido sino que por momentos resulta irrisorio, logra cumplir con sus propósitos en un contexto ameno y entretenido, permitiéndose incluso el lujo de brindar con golpes del cine de terror más clásico, y con alguna que otra licencia en forma de plano-guiño a ciertos films que marcaron un hito en este género tales como El Exorcista o Poltergeist.

Como siempre, la música juega un papel fundamental en toda la historia, pero cuando se trata de una película de terror ésta cobra aún más relevancia, y en Insidious no se hace una excepción. Los estresantes tonos de violines desafinados crean una atmósfera agobiante e inconfundible, que ya desde los créditos iniciales establece toda una declaración de intenciones.

Sin alardes técnicos, ni un pretencioso guión por detrás, un final bastante precipitado y un tanto ridículo, y dejando a un lado el tan de moda (y decadente) cine de terror psicológico, Insidious consigue asustar de manera efectiva. Es más, aun tirando de tópicos, algún que otro susto traicionero, y de un más que ajustado presupuesto de 1.5 millones de dólares, tiene el mérito de haberse convertido en la película más rentable de la taquilla americana en lo que va de año con más de 90 millones recaudados a la fecha.
Lo que viene a demostrar un hecho irrefutable, la gente quiere acojonarse en las salas. Lástima que la mayoría de las veces esto no se consiga.


Arkaitz.

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