lunes, 7 de febrero de 2011

¿CÓMO SABES SI...?


Personalmente, hubiera preferido no saberlo. Dice mi amigo Arkaitz sobre Harrison Ford en la crítica de Morning Glory, que solo aceptó ese proyecto para poder ganar dinero y, por consiguiente, tener un trozo de pan que llevarse a la boca. Pues bien, yo creo que Jack Nicholson hizo algo parecido en esta película de James L. Brooks (sí, el nombre os suena de verlo todos los días en los créditos de Los Simpsons) cuando firmó el contrato. Se trata de un proyecto muy muy flojo que no llega a la altura de otros del mismo director, como Mejor Imposible, donde también actuaba Nicholson. La diferencia está en que ahora lo hace... Peor Imposible... (Chiste fácil).

Por desgracia no puedo decir nada nuevo de una película tostona como esta, y creedme que si a vosotros os está costando leer siempre lo mismo, imaginaos lo que me cuesta a mí tener que escribirlo. Esta vez han intentado innovar alejándose de los tópicos de todas estas pelis románticas de gran tirada y han terminando cayendo en los mismos clichés baratos de siempre. Me explico. Ellos te venden la burra de una joven treintañera (Reese Witherspoon) que acaba de ser expulsada del equipo de baseball en el que jugaba y en el que se centraba toda su vida. Ahora está perdida, triste, taciturna, lúgubre (como el museo) y decide mejorar su autoestima encontrando el amor, pero lejos de los cánones establecidos para las chicas de su edad. Es decir, intenta encontrar el lugar que le corresponde en este mundo. ¿Os suena? ¿Sí, verdad? ¡Ojo! Estoy hablando de la película ¿Cómo sabes si...?, no vayáis a pensar que hablo de Morning Glory o Amor y otras drogas eh... Esta es totalmente diferente. (Ironía). Pues bién, eso es lo que ellos te presentan. Ahora bien ¿qué es lo que hay en realidad? Os lo explico: Chica inteligente e independiente comienza una nueva vida y lucha por hacerse un hueco en una sociedad dominada por los cánones que todos ya conocemos. ¡Pero se equivoca y se va con el chico que no debía! ¡Ups, error! Pero tranquilos, ahí está el chico bueno (que también tiene sus problemillas familiares con papá Nicholson) para hacerle ver que él será su compañero de viaje. Y con esto y con un bizcocho hemos hecho una película...

Hablemos del reparto. Reese Witherspoon. Le salva esa sonrisita de chica alegre y divertida y tal vez ese dinamismo que tiene en la pantalla lo que no hace que te duermas en el minuto dos. Paul Rudd. Su cara durante toda la película es la misma que la vuestra cuando termináis de cagar y véis que no hay papel higiénico. Owen Wilson. Como dice mi amigo Arkaitz, siempre hace el mismo papel, pero también es cierto que junto a Nicholson son los dos únicos que consiguen dibujarte una sonrisilla en la cara en algún momento, aunque solo sea por lo payasos que son. Y, Nicholson, un actor que cada vez está más desinflado. Y lo de desinflado lo digo en lo que se refiere a sus últimas actuaciones, porque en lo que se refiere a su cuerpo serrano... Le deben de gustar más las pizzas y las hamburguesas baratas que a Charlie Sheen una putilla y un Jack Daniels...

¿Qué chistoso estoy hoy, verdad? Pues sí, pero cualquier cosa menos hablar de la película. En definitiva, un film pobre, previsible y que tiene una cualidad innata de conducirte al sopor en poco más de un cuarto de hora.

Tirad de videoclub.

Xabi.

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