martes, 22 de marzo de 2011

El mundo según Barney

Hoy tengo el placer de ser yo quien haga la crítica de esta maravilla. Al ver "El mundo según Barney", uno se da cuenta de la simpleza y la dificultad que conlleva el hecho de hacer una película así. ¿Simple por qué? Porque esta historia solo cuenta la vida de un hombre sencillo de carne y hueso. No hay más. ¿Y por qué difícil? Porque es muy complicado hacer eso en dos horas y cuarto sin matar del aburrimiento a tus espectadores. ¿Como se consigue eso? Ojalá lo supiera. Vean la película y me entenderán.

El ganador del Globo de Oro, Paul Giamatti, cuenta en primera persona la vida de Barney Panofsky, un empresario judío adicto a la bebida y a los Montecristos (por cierto, ¿saben por qué se llaman así?) cuya vida zozobra entre la felicidad y la infeliz soledad. Su humor negro y su lado más triste hacen de ésta una película realmente intensa que a veces te hace reír y otras hace que aguantes la lágrima con todas tus ganas.

Richard J. Lewis dirige este film en el que se narran 4 décadas de la vida de un hombre que sabe lo que quiere y no parará hasta conseguirlo. El argumento gira en torno al tercer divorcio de Barney, pero para entenderlo mejor, todo se explica desde su primera boda. Sus amigos serán su pilar fundamental y Miriam (Rosamund Pike), el amor de su vida. Como digo, esa cercanía a la vida de cualquiera de nosotros es lo que la hace tan interesante. Es la antítesis de esas historias con final perfecto en la que el galán acaba siendo feliz junto a la mujer a la que ama. Y con esto no quiero decir que el final sea triste, cada uno que lo interprete a su manera.

Muy destacable Dustin Hoffman (Izzy Panofsky), padre de Barney y la figura más cómica del film. Otro hombre sencillo con sus más y sus menos que refleja las ganas de vivir de alguien que perdió a su mujer y que pretende enseñar a su hijo aquellos valores que más importan en el día a día de una persona humilde. Por su parte, Rosamund Pike interpreta, como ya he dicho, a Miriam. La mujer perfecta: sensible, comprensiva, preciosa, alegre, independiente... Todo lo que cualquier hombre puede desear. Y también está Boogie (Scott Speedman), el mejor amigo de Barney. Un hombre atractivo cuya relación con las drogas acabará con la que le une al protagonista. Su muerte, un homicidio cuya explicación no se sabe hasta el final, señalará a Barney como principal sospechoso.

Quiero recalcar la gran interpretación de los actores. Giamatti, en concreto, lo borda. Es un actor muy característico, que hasta ahora no había salido del papel secundario y que espero ver durante mucho tiempo. La secuencia en la que su padre fallece y el ríe y llora mientras sostiene su brazo es de las que más me gustaron.

Una increíble película por lo tanto. Se puede definir como un drama en el que abundan los toques cómicos. Como digo, la sencillez de un hombre en cuya vida hay buenos y malos momentos son los que producen esa empatía que terminan por enternecer y emocionar al espectador. Un film en el que no hay clichés ni recursos baratos, en el que cada imagen sirve para entender mejor todo lo que se cuenta. No se la pierdan.

Xabi.

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