lunes, 8 de noviembre de 2010

WALL STREET 2: EL DINERO NUNCA DUERME


El tiburón se queda sin dientes.
Era dificil, muy dificil crear una secuela de un largometraje tan memorable y exitoso como `Wall Street´ (Oliver Stone, 1987), incluso ahora que vivimos en tiempos de crisis, momento idóneo para volver a criticar al sistema financiero capitalista. No obstante, han pasado ya 23 años desde su estreno y todo este tiempo no ha servido más que para crear una película bastante mediocre que nada tiene que ver con su predecesora. Hace un cuarto de siglo pudimos ver a un Gordon Gekko (Michael Douglas) avaricioso, manipulador, corrupto pero elegante a la vez, que devoraba el mundo de las finanzas con su traje de rayas sujeto por unos anchos tirantes y con un peinado más que saturado de gomina. Ahora, por el contrario, se nos presenta una película mucho más débil, algo pesada y que, a mi parecer, no termina de convencer. Gran parte de culpa, por no decir toda, es de Oliver Stone, un director al que desde hace un tiempo se le ve sin garra, aburrido (cito Alejandro Magno, para que me entendáis) y con poco material original que ofrecer a su público. Parece haberse acomodado en ese tipo de películas y documentales de altísimo presupuesto que están saturadas de ideologías políticas y que distan muchísimo de aquellas obras maestras llamadas `Platoon´, `Nacido el 4 de Julio´o `El Expreso de Medianoche´.
`Wall Street 2´, no obstante, cuenta con una gran baza. El reparto. Un deslumbrante Michael Douglas, que cada vez recuerda más a su padre, consigue convencer y transmitir su veteranía en una actuación más que impresionante a pesar de que su personaje no es ni la sombra del Gekko de la primera película, aquel que decía: "¡¡la avaricia, a falta de otra palabra que la defina mejor, es buena!!". En esta ocasión nos encontramos a un tiburón convertido en sardinilla, mucho más familiar y a punto de ser abuelito... todo un pastelito de fresa vamos.
Estupendo trabajo el de Josh Brolin, un actor muy polifacético y que, en comparación, deja en entredicho la interpretación que en su día hizo Charlie Sheen en la primera película. Y qué decir de Frank Langella, un actorazo de los pies a la cabeza que nunca deja indiferente a nadie sea cual sea el papel en el que se meta. Es resto del reparto, en mi opinión, quizá algo más flojo.
Otro punto débil de este filme son los constantes gestos que Stone utiliza en cada uno de sus carísimos planos. Una cosa es intentar ser sutil y otra llenar la película de metáforas baratas, como en el caso de los niños haciendo burbujas de jabón en el parque o con el cuadro de Goya que Josh Brolin tiene en su despacho y que se llama: "Saturno devorando a sus hijos"... En fín. En lo que al guion se refiere, y como ya he dicho al principio, es bastante plano y predecible, incluso parece que al final de la película intenten meter todo deprisa y corriendo para que no se quede ningún cabo sin atar. Son tres historias, que a mi parecer, están metidas con calzador a última hora.
En definitiva, que `Wall Street 2´ es una película hecha únicamente para entretener y no para recordar. Sinceramente, no sé cual habrá sido la intención de Oliver Stone a la hora de poner en marcha un proyecto como este, pero desde luego, si lo que ha intentado ha sido hacer de nuevo una dura crítica al sistema, he de decir que en mi opinión se ha quedado en una ligera clase de economía de segundo de bachillerato. Lo que sí tengo claro es que ´Wall Street 2´, ha logrado aquello que se proponía, triunfar en taquilla y ganar un buen montón de verdes. Una película que habla de cómo ganar dinero, y que está hecha para lo mismo. Menuda redundancia. Vamos, que ni Gordon Gekko lo hubiese hecho mejor.
Xabi.

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