lunes, 24 de mayo de 2010

UN CIUDADANO EJEMPLAR



Los dos primeros minutos del film nos presentan a un Clyde Shelton ingeniero brillante/espía/estratega de los de cagarse/padre de familia (un Gerard Butler siempre correcto) está tranquilamente en su casa con su mujer y su hija justo antes de la cena, cuando de pronto llaman a la puerta.
El ingeniero se levanta de sus aposentos y la abre.
Al otro lado dos tipos con pinta chunga., y sin tiempo para reaccionar se come un mascao en forma de bate de beisbol que lo deja con el costillar amagado en el suelo.
El malo de turno (que más que miedo da risa) , y digo "el" porque el otro es un pobre pringadillo aprovecha la situación para amagarse también y meterle una mojada en el vientre al bueno de Gerald.
De paso viola a su mujer (y la endiña una mojada que la manda para el otro barrio) y a su hija se la lleva. Evidentemente también la mata y la hace guarreridas varias, pero esto no se muestra en pantalla por ser considerado como de mal gusto.

He de decir que de entrada, el "incidente incitador" de la película llega excesivamente pronto.
Tanto es así que no llegamos a saber nada del personaje principal, ni tampoco de su familia.
Lo que ya de por sí le resta un carisma del que desgraciadamente carece durante los 108 minutos (que nada tienen que ver con el bunker de LOST) de duración.
Mal empezamos...

La siguiente escena nos planta a Clyde en un despacho de un prestigioso bufete de abogados, con Jamie Foxx (con su habitual corte de pelo regla en mano, y dicho sea de paso bastante desganado en su interpretación) intentando que los asesinos de su familia paguen por ello como es debido, pero como todos conocemos la justicia está podrida, y un buen abogado defensor puede lograr milagros aunque seas el mismísimo Hitler.
Total, que ante la abismo de fracasar, perder el juicio y prestigio, Jamie se acojona y negocia con el asesino para que le caiga solamente tres años de condena, y al pobre pazguato de su compañero le callese cadena perpetua.
Obviamente Clyde quedó más que decepcionado con la resolución del caso, y pasados 10 años vuelve a la carga con un cartografiado plan maestro/macabro para acabar con todos los que consideran participes de la injusticia.
En resumidas cuentas, el plan consistee en acabar con los asesinos de su familia de forma sanguinaria al más puro estilo Charles Manson y entregarse a la policía, para ya desde de la carcel, seguir acabando con el resto de implicados sin conceder margen de tiempo a los buenos.

Inmediatamente pasa a convertirse en uno de esos ¿thrillers? de venganza sin sentido al más puro estilo Steven Seagal en el que el justiciero siempre va un paso por delante del hombre de ley (Jamie Foxx en este caso) y donde la gente muere a cascaporro y sin control aparent.
Veanse los siguientes ejemplos:
La ayudante del fiscal, la jueza del caso, un puñado de agentes federales, su compañero de celda, el pazguato de la cadena perpetua y por supuesto el brutal asesino.
Casquería al Oreo... Y de la buena.
Para los interesados, ya os adelanto que se puede matar a alguien a mojadas en la yugular empleando como arma un hueso de chuletón, y también se puede colocar un espejo enorme para que el tio que está amordazado en un camilla pueda ver la que se le viene encima.
¿Qué al paciente le da por cerrar los ojos? pues le cortamos los párpados con un bisturí, y de paso le sesgamos la curra con un cuter, le crujimos unos dedacos con unos alicates y le amputamos las extremidades con una rotaflex.
Literal.
Evidentemente surge la inevitable la comparación con el gran Jigsaw de la saga Saw, pero como ya he dicho su personaje despierta menos empatía que Juan Imedio en una gala de Murcia qué hermosa eres.

Pese a todo y siendo justos, el primer (e incluso segundo acto) del film son, dentro de lo que cabe, entretenidos y por momentos ingeniosos con una breve crítica a nuestro sistema judicial actual.
Pero el resto de minutos son un montón de clichés del cine de acción apilados uno encima del otro que hacen de la película algo totalmente previsible.
Por no hablar de un final cogido con alfileres, bastante absurdo que te deja con una sensación de destemple general, como intentando acabar pronto con algo que siendo corto estaba pasando a ser excesivamente largo.
El resultado final del conjunto es una chapuza de mucho cuidado.
Y es en estos casos en los que jode soltar un puñado de cuartos para ver algo de semejante calibre. Porque sobre todo los últimos veinte minutos, y para el que los haya visto o se atreva a verlos (cosa que para nada recomiendo), son un auténtico despropósito y un insulto a la inteligencia de cualquier espectador sin dientes de leche en el boquino.
Para ser sinceros, me dejé llevar por Kurt Wimmer (guionista de películas como Equilibrium) , pero lo cierto es que parece haberse dejado la mollera en parir una buena historia al principio, ir perdiendo gas en la mitad, y entrarle unas ganas tremendas de descomer por el camino, dejando todo manga por hombro.

ME GUSTA:
Algunas escenas salvables de acción.
NO ME GUSTA:
Los chistes fáciles, el intento de dramatizar la muerte de personajes sin carisma suficiente y una escena sin sentido en la que Gerald Butler antes de ser detenido se desnuda por completo para ver (esta vez sí) la considerable armada que lleva encima.

NOTA: 4.9

Arkaitz

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